En cuanto a su forma de descansar, lo hacen también de una manera peculiar. Las gallinas duermen casi de pie. Y decimos casi porque realmente flexionan sus patas y las esconden debajo del plumaje del cuerpo. Con las garras se agarran bien a las perchas y distribuyen el peso para conseguir un perfecto equilibrio, ¡Así de espabiladas son nuestras queridas gallinas!
Respecto a los horarios de sueño de las gallinas, estos varían, pero lo habitual es que entren en sus gallineros y se pongan a descansar con el atardecer. La puesta de sol es el momento que más les gusta para dormir a nuestras amigas. De ahí viene una expresión muy típica: “acostarse con las gallinas” cuando alguien se acuesta muy temprano.